El bipartito PSOE-Compromís eliminará el español de los rótulos de las calles en Castellón
El ayuntamiento de Castellón de la Plana, gobernado por el bipartito PSPV-PSOE y Compromís, eliminará el español de las calles de la localidad y dejará sólo el valenciano. La nueva ordenanza reguladora de la denominación y rotulación de vías y espacios públicos que acabará con el tradicional rotulado bilingüe, está en período de alegaciones, y será el paso previo al definitivo cambio de nombre de la ciudad: el topónimo oficial de Castellón será sustituido por el único de ‘Castelló de la Plana’.
Así lo establece el apartado 9.4 de la nueva normativa municipal, que avanza que los nuevos rótulos y placas que se vayan reponiendo en las 1.200 calles y plazas del municipio estarán únicamente en valenciano. Se trata de uno de los acuerdos alcanzados por socialistas y nacionalistas en el denominado ‘Pacte del Grau’, firmado por PSPV-PSOE, Compromís y Castelló en Movimient.
La excusa del gobierno municipal de Castellón, que dirige la alcaldesa socialista Amparo Marco es «hacer efectiva la recuperación del ‘valencià’ y como establece el Estatuto de Autonomía de 25 de abril del 2006, y la Ley 4/1983, de 23 de noviembre, de uso y enseñanza del ‘valencià’», según recoge en otro de sus artículos.
Una imposición del bipartito que integran socialistas y nacionalistas que ha generado la polémica donde no existía, puesto que Castellón siempre ha vivido con absoluta normalidad la señalización en las dos lenguas.
La excusa: «El bilingüisimo repetitivo»
Desde el consistorio castellonense, que cuenta incluso con una ‘Concejalía de Normalización Lingüística’, aseguran que «no se va a hacer de golpe», y su responsable, Ignasi Garcia lo argumenta así: «Hay que terminar con el bilingüismo repetitivo y «revisar la corrección ortográfica y gramatical».
La erradicación del español en placas y rótulos viarios no es la única medida para acabar con el bilingüismo en la señalización de esta ciudad. El siguiente paso es suprimir el topónimo ‘Castellón de la Plana’ y su sustitución por una única denominación: ‘ Castelló de la Plana’, para lo que se han elaborado los pertinentes informes que den fundamento histórico y jurídico a la medida.
Se tendrá que aprobar en pleno por mayoría absoluta (el PSOE tiene 7 concejales y Compromís 4 por lo que necesitarán los 4 que tiene Castelló en Moviment, para lo que se negocia) y luego esperar a su tramitación por la Generalitat Valenciana, lo que no supondrá ningún problema: está prevista la inmediata luz verde dada la política de imposición lingüística emprendida por el gobierno que encabezan el socialista Ximo Puig y la nacionalista Mónica Oltra.
El Ejecutivo valenciano, que tiene la competencia exclusiva en materia toponímica, ya dio el primer paso el pasado junio, cin la aprobación del ‘Decret 69/2017, de 2 de juny de regulació dels criteris i procediment per al canvi de denominació dels municipis’ y que permitirá sustituir el topónimo oficial aprobado en 1982.